El director Tony Scott construye lentamente el escenario y los elementos del personaje de la historia y los canta con el tipo de trabajo cinematográfico vanguardista que se encuentra en Amores perros de Alejandro González Iñárritu y Ciudad de Dios de Fernando Meirelles, pero ahoga la pelĂcula en un caos abrumador y gráfico. Reseña completa.